viernes, 1 de abril de 2016

"CUALQUIER ALUMNO PUEDE SER ACOSADO"

Continuando con la semana contra el Bullying, os presentamos esta interesante entrevista con Eli Rosa Pantoja, jugadora del senior femenino de nuestra entidad y especialista en acoso escolar. 



- En primer lugar, háblanos sobre tí, presentate.

Soy diplomada en Magisterio de Educación Especial, licenciada en Psicopedagogía, y completé mi formación con el Máster de Psicología Educativa. Actualmente estoy realizando el doctorado en Psicología en la Universidad de Sevilla, especializándome en acoso escolar.


- ¿Qué es el bullying? ¿Y el ciberbullying?

Cuando hablamos de bullying nos estamos refiriendo a situaciones en las que uno o más alumnos/as persiguen e intimidan a otro u otra (víctima) a través de insultos, rumores, motes, bromas insultantes y repetidas, amenazas (bullying verbal), golpes, empujones, patadas, asustar, pegar, pellizcar, robar, dañar y/o esconder las pertenencias de otros (bullying físico), aislamiento social, rechazo, marginación, humillación y burlas a través de un gesto, una mirada, una cara desagradable…(bullying psicológico o emocional) pudiendo desarrollarse a lo largo de meses e incluso años.

Por otro lado, estaríamos ante un caso de ciberbullying cuando un/a menor atormenta, amenaza, humilla o molesta a otro/a mediante los medios de comunicación y las nuevas tecnologías (correos electrónicos, blogs, páginas personales, teléfonos móviles, chats). Las formas de manifestación de este fenómeno son muy variadas y dependen de la imaginación de los agresores, algunos ejemplos concretos pueden ser: colgar en Internet una imagen o vídeo comprometida, crear un perfil falso en redes sociales utilizando el nombre de la víctima, dejar comentarios ofensivos en foros, participar en chats haciéndose pasar por la víctima, hacerse con su clave de correo electrónico u otras redes sociales violando su intimidad, enviar mensajes amenazantes por correo electrónico o teléfono móvil…

Para que verdaderamente estemos ante un caso de bullying y/o ciberbullying deben cumplirse una serie de premisas, por ejemplo, no por dar una patada en un momento determinado sin que ésta se repita ya podemos decir que ese niño o niña está sufriendo bullying. Por lo tanto, para poder decir que un/a niño/a está siendo víctima de acoso escolar, éste debe darse entre iguales, de forma repetida e intencionada a lo largo del tiempo y con el objetivo de causar un daño en la víctima, ya sea físico o psicológico, y que ésta así lo sienta.


- ¿Hay algún perfil?

Efectivamente existen perfiles definidos para los tres actores principales que intervienen en estos fenómenos: agresor, víctima y espectadores. Según diversas investigaciones al respecto las características de cada uno, normalmente, son las siguientes:

Los agresores o acosadores suelen tener una personalidad agresiva, con bajo autocontrol, poca empatía, con tendencia a conductas violentas, impulsivos, el rendimiento académico suele ser bajo, familia desestructurada, físicamente fuertes, suelen ser líderes y están bien integrados en los grupos.

Las víctimas constituyen un grupo tan variado que por desgracia cualquier alumno/a puede convertirse en blanco de las burlas de un grupo de agresores. Pero algunas características que pueden hacer más propensos a ser víctimas son: sufrir alguna discapacidad física o psíquica, tener algún problema relacionado con el lenguaje oral como la tartamudez, haber padecido acoso escolar con anterioridad, pertenecer a un grupo étnico, religioso, cultural o de orientación sexual minoritario…

Y por último, se encuentran los espectadores con un perfil menos definido. Estos son el grupo de compañeros que colabora con el acoso y en gran medida lo hacen posible por no denunciarlo a padres o profesores. Pueden actuar como reforzadores de los agresores, como defensores de las víctimas o pueden optar por una actitud pasiva, la cual refuerza del mismo modo la conducta de los acosadores ya que no deja de ser una forma de aprobación de lo que están presenciando. En ocasiones, actúan de esta forma por miedo a convertirse en las próximas víctimas si salen en su defensa o lo ponen en conocimiento de algún adulto, o bien porque creen que tomando esta actitud les será más fácil 
integrarse con el resto de la clase.





- ¿Cómo detectar si alguien sufre bullying o ciberbullying?

Normalmente bastará con observar el comportamiento de los menores para identificarlo, síntomas o señales pueden ser: cambios en el comportamiento, en el estado anímico, encerrarse en su habitación durante periodos de tiempo prolongados, negarse a ir al colegio, desgana, lesiones físicas, falta de motivación…


- ¿Qué hacer si alguien sufre bullying?

Existen muchas formas de actuar cuando alguien sufre bullying y/o ciberbullying, quedarnos de brazos cruzados cuando somos conscientes de la existencia de estos fenómenos es una opción que nunca se debe barajar, ya que lo único que conseguiremos es que la situación se agrave. Por lo tanto cuando conozcamos alguna situación de acoso debemos intentar consolar y apoyar a la víctima escuchándola, evitar culparla, obtener la mayor información posible, no aconsejar que pelee cuando le acosen, conversar con ella para dar posibles estrategias y soluciones, comunicarlo a la escuela y colaborar con ella en la prevención e intervención, fortalecer la autoestima en la víctima a través de mensajes positivos y reforzadores, ayudarla a escoger actividades extraescolares como deportes de equipo para conseguir nuevas amistades y aprender habilidades nuevas…


- ¿Cómo se podría prevenir?

El acoso escolar se puede prevenir, por un lado, desde la familia ofreciendo tiempo de calidad a los hijos, siendo ejemplo para ellos, enseñar y trasmitir valores como el respeto, la igualdad y la tolerancia, enseñar buenos modales, evitar sobreprotegerlos, poner límites en sus conductas, trabajar la empatía (ponerse en el lugar del otro), educar en la no violencia, resolver conflictos mediante el diálogo, asegurarse que los hijos se sienten apoyados, que sientan que se les escucha y valora…

Y por otro lado, desde el centro escolar puede prevenirse educando en el rechazo de la violencia, promover la convivencia escolar, resolución pacífica de problemas, estimular aspectos relacionados con las habilidades sociales y con la inteligencia emocional (conocer y gestionar las propias emociones), que el alumnado tome conciencia y reflexione sobre el acoso escolar, enseñarles qué se debe hacer desde el momento en el que ocurre el acoso…

Por supuesto, es fundamental que padres y profesores tengan una buena comunicación, la unión de todos hace posible la consecución del objetivo.


 - Estimada Eli, muchas gracias por todo, esperemos que con la ayuda de todos podamos erradicar esta lacra.

Eso esperamos, gracias a vosotros por lo que haceis.

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